sábado, 2 de abril de 2011

Capitulo 1: El renacer

Cuando sabes que la vida no es normal, tu perspectiva de ver las cosas es diferente, eso me pasó a mí cuando supe que no era normal.

Cuando cumplí trece años empecé a sentirme distinta, empece a ver las cosas de otra manera, como un animal, no sentía frío, me hice más fuerte y ágil, mis sentidos del olfato se desarolló más y por extraño que pareciese, a veces era como si entendiera a los animales.

Una tarde, mi abuela llamó a mi madre diciéndole que me fuera para su casa a dormir, mi madre dijo que sí, (normal que iba a decir) Mi madre me llevo a su casa, y cuando estabámos mi abuela y yo solas,
me dijo que no era normal,no sabía como tomarme esa frase,si bien o mal, pero pensé que me estaba insultando.

-¿Cómo?Le dije

-No eres una persona María, la vida no es como parece ser, esto no va a ser facil para ti pero... eres una licántropa.

Me asusté, podía pensar que lo decía de coña, pero, con las cosas que me estaban pasando, asentí.

-Tus antepasados eran licántropos, yo no llegué a coqer esos genes, pero, me contaron todo sobre los licantropo y yo ahora te lo voy a explicar a ti

-Si...-Le respondí asustada sin saber lo que iba a pasar

Me dijo que ya estaba lista para transformarme, y me pidio que aullara, que aullara lo más fuerte que pudiera
y aullé, sentí algo raro en mi cuerpo, sentí algo raro en mi cuerpo, sentí una gran fuerza que venía a mi cuerpo, abrí los ojos y era una loba,¡ME HABIA TRANSFORMADO!Era increíble, medía casi dos metros de alto, los colmillos me sobresaliande la boca y era de color blanco, era hermoza.Mi abuela se asustó, pero sabía que pasaria esto, di un salto y fue raro porque hice pocas fuerzas y salte por lo menos siete metros.Me fui, no sabía a donde, pero me fuin yo solo corría, corría y corría, la imagen que se me venía a la cabeza era el bosque y me fui al Valle del ricote.

Me sentía rara pero a la vez bien, lo podía oler todo, los troncos, las hojas, hasta los bichos que se escondían debajo de la tierra, tambíen olia a un conejo, mi cabeza solo podía pensar en comérmelo y sin pensarlo, fui a por el, sentía que el conejo corría tan rápido como podía pero no tanto como yo y de un mordisco le rompí la cabeza y me la tragué entera, cogí el cuerpo y me lo comí en dos bocados, estaba rico, estaba delicioso y quería más. Olía otro a un par de kilómetros, pensé que lleguaría en unas horas, pero era más rápida de lo que pensaba, llegué en dos minutos, tenía al conejo cara a cara y solo podía pensar en comérmelo, pero otra parte de mí me decía déjalo,déjalo, el conejo huyó, no merecía la pena ir a por el aunque el esfuerzo sería mínimo.

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